Un encuentro con Jesucristo a la intemperie
EL SIMBOLISMO DE LA CUEVA EN EL SENO DE LA VISIÓN CRISTIANA DE LA NATURALEZA.
Por importante que sea el simbolismo de la cueva no puede entenderse aisladamente, éste sólo culmina con su integración en un esquema superior: el de la comprensión cristiana del mundo y el alegorismo universal con el que este mundo es contemplado en tanto que creación divina. El cristianismo primitivo desarrolló, al menos idealmente, una relación con la naturaleza distinta de la que había sido la visión pagana…
A ojos del cualquier hombre, y del cristiano también, la naturaleza sigue siendo una fuente de misterio a través de la cual se puede llegar a intuir la presencia de lo sobrenatural. Los escritores cristianos seguirán viendo en ella la huella de Dios. En este sentido, la contemplación de la naturaleza puede elevar el espíritu, y al igual que la lectura de la Biblia, es también un ejercicio de verdadera exégesis. La percepción patrística de la naturaleza ha estado siempre penetrada por metafísica…
Los Padres interpretan cada fenómeno natural en sentido espiritual, y siguen un planteamiento de raíz exegética, la Naturaleza es el libro de Dios y todo es espiritual o admite una lectura espiritual-moral, en la tradición hermeneútica cristiana estaríamos hablando de anagogé. Efectivamente, la visión simbólica, moral y alegórico-universal se presenta en la visión e interpretación de la Naturaleza. La Naturaleza, cuyo autor es Dios, enseña a través de la comparación, su contemplación es una didáctica de las cosas sagradas, como lo es la lectura de las Escrituras, inspiradas también por Dios…
LA CUEVA Y SU INTERPRETACIÓN EN EL CRISTIANISMO PRIMITIVO
Pags. 876 – 879 (Fragmentos)
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