Un encuentro con Jesucristo a la intemperie
«Yo, el Señor, soy el Dios de todo ser viviente: ¿hay algo imposible para mí?» Jeremías 32, 27
«Porque ustedes tienen poca fe, les dijo. Les aseguro que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a esta montaña: «Trasládate de aquí a allá», y la montaña se trasladaría; y nada sería imposible para ustedes». Mateo 17, 20
Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que se los sirviera a la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas. Lucas 9 16-17
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