Un encuentro con Jesucristo a la intemperie
«… la vida espiritual, por su radicalidad, puede y debe ser la última línea defensiva de la verdad…»
Entonces, cuando Dios quiere revelársenos en luz, nos encontrará listos, en quietud, esperando, y abiertos para recibirle…
«…si no es que estamos dispuestos a confiar en él como Jairo y a poner toda nuestra confianza en su amor que no decepciona…»
«… nuestro principio de unidad es el Espíritu Santo. Él nos recuerda que, ante todo, somos hijos amados de Dios; todos iguales, en esto, y todos diferentes…
«… Como San Agustín indica, el Espíritu Santo no solamente nos hace capaces de amar a Dios; nos da el poder de amar a nuestro prójimo…
Así actúa a veces Dios con nosotros: trastorna nuestros proyectos y nuestra tranquilidad, para salvarnos del abismo que no vemos…»