Un encuentro con Jesucristo a la intemperie
Publicado el 1 diciembre, 2020 por desiertoanawim
¡Oh Dios mío! ¡Cómo tenías tu mano sobre mí, y qué poco yo lo sentía! ¡Qué bueno eres! ¡Cómo me guardaste!
Para venir a gustarlo todo, no quieras tener gusto en nada.
Para venir a saberlo todo, no quieras saber algo en nada.
Para venir a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada.
Para venir a serlo todo, no quieras ser algo en nada.
Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda,
La paciencia, todo lo alcanza, quien a Dios tiene, nada le falta.
Sólo Dios basta.