Un encuentro con Jesucristo a la intemperie
La práctica de la vida moral animada por la caridad da al cristiano la libertad espiritual de los hijos de Dios.
«Nada hay para el sumo bien como amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con toda la mente…»
«Las virtudes humanas son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos..»