Un encuentro con Jesucristo a la intemperie
¡Oh Dios mío! ¡Cómo tenías tu mano sobre mí, y qué poco yo lo sentía! ¡Qué bueno eres! ¡Cómo me guardaste!
Si yo contase conmigo mismo, mis deseos serían insensatos, pero yo cuento con Dios, que nos ha dicho: «Si alguno quiere servirme, que me siga»…
… todo es concedido para tu mayor bienestar, para tu santificación, para aumentar en este mundo y en el otro tu conformidad con Él, tu unión a Él…