Un encuentro con Jesucristo a la intemperie
Exulte el desierto y la tierra árida, regocíjese la estepa y florezca
como un narciso, exulte con júbilo y cantos de triunfo..,
le será dada la hermosura del Carmelo… (Isaías 35,12)
«Como buenos artesanos de la fraternidad, confiad en el Señor superando la inercia de la inmovilidad…»